Alcemos nuestras copas
cuando se termine la música
y el incómodo silencio amenazca nuestra velada.
Un sorbo. Glup.
Dos sorbos. Glup.
Dos vasos rotos. Crac. Crac.
Alcemos nuestras copas
bajo nuestras atentas miradas
y mientras el alcohol nos penetre no digamos nada.
Un sorbo. Glup.
Dos sorbos. Glup.
Dos vasos rotos. Crac. Crac.
Desplomémonos sobre el suelo
con ilusión de fina elegancia.
Los ojos vacíos de vida, las manos entrelazadas.
(Sonido de nuestros últimos suspiros.)
12 septiembre 2010
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