30 marzo 2010

Ojos.

Muchos días me encantaría tener un ojo en la espalda y ver la reacción de los demás al verme. Otros, desearía arrancármelos.
Y últimamente paso más tiempo de lo normal con ellos cerrados.

2 comentarios:

Mis gafas azules te vigilan, cuidado con lo que dices.