Historia de tres puntos suspensivos
que se perdieron entre los márgenes de un cuaderno,
esquivando los renglones
y desafiando las líneas rectas,
para reencontrarse en la última página
al fusionarse en un
punto final.
27 julio 2010
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Ay ay ay
ResponderEliminarqué me vas a contar...
(Qué desvarío ayer noche xd)
Pasar de ser tres a ser sólo uno, puede ser estupendo.
ResponderEliminar"Cuando al punto final de los finales, no le siguen ya dos puntos suspensivos" (Sabina)
ResponderEliminarQue blog más lindo :3 Besos!