Es como un fuego intenso que quema mi garganta a cada sorbo y me desgarra las entrañas a su paso.
Como la llama intermitente de una vela que pinté con ceras de colores en un papel mojado y cuyo contorno nunca llegó a materializarse por la fragilidad del soporte.
Como la bailarina de una caja de música que se ha quedado sin batería e intenta moverse en círculos sin poder mover los pies.
Como un kaleidoscopio estropeado que no logra que sus cristales cambien de forma al agitarlo.
Como cogerte de las manos y sentirlas tan frías que el tacto se me hace amargo y desearía poder calentarlas con un simple soplo de mi aliento.
Como las veces que intenté recordar tu rostro a dos milímetros del mío y me di cuenta de que ya nunca volvería a pasar.
Como tú y yo envasados al vacío pero en distintos recipientes.
22 diciembre 2010
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"... como pretender agarrar su sombra en mi recuerdo."
ResponderEliminarEscribes precioso. O por lo menos, inspiras ;)
Mua
"Como tú y yo envasados al vacío pero en distintos recipientes". ¿Cuántas veces podrá pasar por nuestras mentes, tan ligero y al mismo tiempo pesado pensamiento, a lo largo de nuestra vida?. Sublime... simplemente, sublime.
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