-Feliz San Valentín.
-Yo también te felicito.
-¿Cómo?
-Siempre me ha parecido que estaba bien resaltar las cualidades de uno.
-¿Por qué lo dices?
-(Pausa) ¿Sabes? Tienes la capacidad de hacerme sentir, en distintos momentos del día, la persona más feliz o la más desgraciada del mundo, y eso no es nada fácil.
-¿Estás de coña?
-Hablo completamente en serio.
-No estoy nada de acuerdo contigo, sabes que te quiero con locura.
-Me pondría a explicarte, uno a uno, todos los detalles que me hacen dudar a diario de la veracidad de tus cumplidos. Por desgracia, tendremos que posponer la charla, ya que voy a llegar tarde a clase.
-Ya hablaremos cuando vuelvas. No te entretengo. Que te salga bien el examen.
-Que nos salga bien lo nuestro, me parece más importante. Por cierto, he quedado a comer con mis amigas. ¿Sabrás calentar las croquetas que hay en la nevera?
14 febrero 2013
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Mis gafas azules te vigilan, cuidado con lo que dices.