31 diciembre 2009

Querido 2010.

Querido 2010,

No sé si estarás acostumbrado a recibir cartas. Debería escribírsela a los Reyes Magos, pero prefiero enviártela a ti que duras 365 días que no a ellos que durarán una Cabalgata, una noche y la mañana siguiente.

No tengo muchas cosas que pedir, aunque eso no significa que lo que te pida no sea de gran envergadura. A mí en la vida no me preocupan demasiadas cosas. No necesito la fortuna de Lily Van der Woodsen, vestir con ropa de diseño, tener un loft en Manhattan ni gastarme miles de euros al día en caprichos varios. Mis aspiraciones en la vida son terminar la carrera con un expediente decente, vivir en una ciudad que me guste y de lo que me gusta, tener un sueldo que me permita vivir con comodidad (léase comodidad como poder llegar a fin de mes sin demasiados sacrificios), estar rodeado de aquellas personas que me importan y ser, a grandes rasgos, feliz.

Sé que muchos de estos objetivos no te incumben a ti porque es demasiado pronto para pedírtelo, pero simplemente te pido que durante tu trayectoria me ayudes a que se vayan cumpliendo poco a poco. ¿Te parece que pido demasiado? Sinceramente, espero que no.

You know I'd really like you to love me.
xoxo.

30 diciembre 2009

Si yo tuviera un recogepolvo...(8).

Yo no sé cómo hago, pero:

1. Me paso la vida tirando mierda de mi habitación.
2. Cada dos por tres cambio las cosas de sitio.

Hoy mientras hablaba con él, mi hermano me pidió Internet un momento y, mientras, me dije: voy a cambiar los CDs de sitio y los voy a pasar de los estantes a la estantería (en el otro lado de la habitación). Pues nada, ahí que me fui yo a cambiarlos de sitio. Y claro, ya que estaba y me di cuenta de que encima de los demás cedés había muchos papeles, me puse a hacer limpieza.

¿Por qué tenía guardados billetes de autobús, tickets del Día y el CD del libro de francés de primero de ESO, entre otras reliquias? Es algo que nunca comprenderé.
¿Por qué seguiré haciendo esto hasta el resto de mis días? Algo que tampoco comprenderé por vueltas que le dé.

Al menos esta limpieza me sirvió para encontrar artilugios cuya existencia desconocía o no recordaba hasta este momento:

1. El boli de las bodas de oro de la hermanastra de mi madre. Me hace gracia porque viene guardado en un tubito y parece que dentro haya de todo menos un boli. Algún día os lo enseñaré.
2. Una muestra de colonia, que oye, nunca están de más.
3. Los dados de la ruleta de chupitos, que no sé por qué no están guardados en la caja de la ruleta.
4. El DVD del concierto de guitarra de mi antiguo profesor de inglés de bachillerato, ese ser nauseabundo. El DVD me lo dio Julia, porque se lo dio él sin comerlo ni beberlo, hace ya años, y ni lo he visto ni se lo he devuelto, y eso que me lo pidió. ¡Pues habrá que verlo para echarse unas risas!
5. Un cassette de Eternal de la banda sonora del Jorobado de Nôtre Dame que vete tú a saber dónde conseguí. Eso venía de regalo en unos cereales como mínimo.

Aproveché para meter cosicas en mi caja de recuerdos, y hacer el tonto por la webcam enseñando cosas de mi habitación como el pajarraco que venía en una tarta que me dieron en lugar de la tradicional rosca (no soy muy fans), el mítico libro de las Spice Girls supuestamente escrito por ellas, la colección de fotos de las mismas... ¡Si es que en mi habitación tengo un mix de cosas...! Que por cierto, me acabo de dar cuenta de que en un cajón tengo las galletas de forma fálica que me regalaron por mi cumpleaños. Prefiero no abrir esa caja porque desde ese 1 de abril, ha llovido mucho. Demasiado.

28 diciembre 2009

2009

Inspirado en Nat, voy a hacer un repaso mes por mes de lo que ha supuesto 2009 para mí, si es que me acuerdo de algo que poner en cada mes.

En ENERO vi por primera vez la nieve. Sempre Xonxa. FEBRERO fue mes de exámenes. Histeria colectiva. Las peores notas de mi vida y me sigo preguntando qué me pasó en algunas asignaturas para haber sacado tan poco. En MARZO fui por primera vez a la bolera y me presenté al casting de Operación Triunfo en Santiago. Después nos fuimos a una exposición de radio en la que colaboraron como la mitad del profesorado de mi facultad. En ABRIL me llegó la veintena y con ella la era de los patitos. Celebramos mi cumpleaños en el piso. Fuimos a ver a Russian Red a la Sala Capitol, y la rusa estaba drogada. Además fue la fiesta de mi facultad con temática de series y películas. Nosotros nos disfrazamos de un sucedáneo de ¡Fama!, aunque yo más que un bailarín hortera parecía un pandillero sin estilo. En MAYO vi en directo a Nena Daconte y me cagué en mucha (muchísima) gente. En JUNIO fueron los exámenes y saqué mis mejores notas en la carrera. El día 29 fue el último y los pocos que quedábamos allá que nos fuimos a celebrarlo. Acabamos sin pisar un solo local, borrachos como cubas en el piso de Sara T. bebiendo champán en su habitación y jugando a la botella mientras sus compañeros estudiaban a las 5 de la madrugada.

En JULIO fui a Vigo a hacerle una visita a Silviña y de paso hice unas compras (discos y ropa). En Santiago me compré 4 libros y busqué piso con Lorenzo. Además tuve reencuentros: con Sandra por un lado, y por otro con Noe, Cris y Belén en Santiago, ya que nos fuimos a pasar el apóstol a la capital. Conocí a Zaida y a Kuiky y pasamos un fin de semana para recordar. No vimos a Carmen pero nos encontramos a Mariña en el Apolo y nos despedimos de ella con un abrazo enorme (Erasmus). En AGOSTO empezaron los desayunos domingueros en el Isolino, que no tuvieron demasiada duración por mi parte, al menos. Además me fui un fin de semana a Portonovo con la misma tropa del Apóstol, excepto Belén. En SEPTIEMBRE fui a Barcelona por primera vez, con Carmen, Pichel y Alba Cidre. Fuimos a ver a Coldplay y conseguimos, sin comerlo ni beberlo, estar entre las 10 primeras filas. Me saqué el teórico de conducir. Joaquín vino a Santiago unos días antes de empezar las clases y me pude despedir de él (Erasmus). Probé los porros por primera vez. En OCTUBRE comenzó tercero y con ello nuestra depresión. Cumpleaños de Alba y el recuerdo de que me corté el pelo. NOVIEMBRE fue el peor mes de todos con mil y un trabajos, pero al menos Joaquín nos vino a dar una visita. Además vi a Zahara en acústico en A Coruña y mi enamoramiento fue definitivo. Gracias al concierto conocí a Javi.

En DICIEMBRE te conocí, y qué más puedo decir.

26 diciembre 2009

Chocolate etcétera.

El rinconcito del chocolate tiene la altura de un estante del armario de la comida. Entre chocolate con leche del de toda la vida, chocolate con Lacasitos, turrón de chocolate (de Suchard entre ellos, el cual acabo de empezar ahora), chocolate para fundir y chocolate suizo que nos trajeron mis primas. Ah, y además hay por ahí pululando una caja de Ferrero Rocher, los cuales suele comprar mi madre siempre por estas fechas. Por alguna extraña razón, nadie los come a tiempo cuando se abren, y acabo yo, un mes después, comiéndome 3 o 4 al día y más contento que unas castañuelas.

Debería ser un crimen que me gustase tanto el chocolate. Encima hoy mi madre me dio un enorme trozo de tiramisú, "es que hay que acabarla hoy". Que oye, aunque el de mi madre no lleve mucho chocolate precisamente, yo la incluyo en el lote, que soy muy dado a agrupar los guilty pleasures culinarios en un solo lote, ya sea por acabar antes o por tener más donde elegir al estar todos juntitos en amor y armonía (y ahora pienso en lo fea que me parece esa palabra sin h-).

23 diciembre 2009

Tú (I).

Julia me ha regalado un marcapáginas con imán del Museo del Prado, con la imagen del Caballero de la mano en el pecho de El Greco. Así quizás no me pierda cuando empiece a escribir en mis Moleskines azules de 10 euros, que compré contigo a mi ladito y me guardaron en una bolsa de papel (la cual ha sido ya bautizada como mi bolsa de almuerzo de niño norteamericano).

En la primera página pondré nuestros nombres, pero dejaré la recompensa en blanco, porque aunque la perdiera, me conformaría con saber que conservo los recuerdos de nuestros primeros días juntos en mi memoria. Que aunque sea selectiva, desquiciada y problemática, no puede dejar de pensar en ti.

21 diciembre 2009

:)

:)

16 diciembre 2009

:)

Qué alegría qué emoción,
que me siento tontorrón.

05 diciembre 2009

Sí es lo mismo.

Mi compañera de piso Nathalie está estudiando segundo de Medicina. Se pasa las tardes estudiando, y a veces cuando hablamos sale el tema del volumen de nuestros apuntes. Yo le digo que nosotros es normal que tengamos entre 30 o 60 páginas de apuntes. Ella siempre me dice que es muy, muy poco. Yo le digo que mi carrera se basa también en muchos trabajos y que con los apuntes que hay normalmente no empiezo a estudiar hasta que empieza el período de exámenes, y de hecho es lo que hago siempre, aunque a veces pueda mirar los apuntes para que me vayan sonando cosas antes. ¡Ja! Siempre las olvido. Y entonces en un punto de la conversación surge el argumento que me lleva a escribir hoy.

Nathalie siempre se queda anonadada ante mis palabras, ¿quizás envidiosa de que no tenga que estudiar todos los días?, y yo le digo que es normal que Medicina requiera una mayor puesta en día, primero por el volumen de conocimientos que se imparten, que no tiene punto de comparación, y en segundo lugar por la responsabilidad que implica ser médico. Que el periodismo también tiene cierta responsabilidad social porque somos quienes dan a conocer lo que pasa en el mundo, pero que se queda a años luz.

Pues ayer me di cuenta de que mi razonamiento era erróneo al ver la entrevista que le hizo Jaime Cantizano al hermano de Diego Pastrana, el chico acusado de haber matado a la niña de su pareja. Los errores de un periodista no complican enfermedades, no provocan reacciones alérgicas (aunque algunos tengamos alergia a la COPE e Intereconomía) y sobre todo no matan. Pero los errores de un periodista pueden destrozarle la vida a una persona al igual que a las víctimas de la falta de profesionalidad de un médico. Y a veces no nos damos cuenta, o peor, no nos queremos dar cuenta, pero nuestra profesión es relevante e importante como la que más. Quien diga que el periodismo no es necesario, como nos gritaron a Noelia y a mí al grabar en el casco antiguo de Santiago de Compostela pero en otras palabras, se engaña a sí mismo.

Y lo dejo así, inconcluso, para que me ayudéis a terminarlo si os apetece o tenéis tiempo para ello.

PD: Si se da la casualidad de que has accedido aquí por la persona mencionada en el artículo, que aquí uno no se fía de Google desde que al antiguo blog de Julia entraban buscando a Cristina Rapado, puedes irte ya.