22 diciembre 2010

Querer y no poder.

Es como un fuego intenso que quema mi garganta a cada sorbo y me desgarra las entrañas a su paso.
Como la llama intermitente de una vela que pinté con ceras de colores en un papel mojado y cuyo contorno nunca llegó a materializarse por la fragilidad del soporte.
Como la bailarina de una caja de música que se ha quedado sin batería e intenta moverse en círculos sin poder mover los pies.
Como un kaleidoscopio estropeado que no logra que sus cristales cambien de forma al agitarlo.
Como cogerte de las manos y sentirlas tan frías que el tacto se me hace amargo y desearía poder calentarlas con un simple soplo de mi aliento.
Como las veces que intenté recordar tu rostro a dos milímetros del mío y me di cuenta de que ya nunca volvería a pasar.
Como tú y yo envasados al vacío pero en distintos recipientes.

01 diciembre 2010

Sin título, VII.

Tus besos son como mi canción favorita:
Me eriza la piel al comenzar.
Me emociona en su momento de máxima intensidad.
La repetiría sin cesar.
Y me entristece al terminar.

Aroma.

Qué fenomenal es irse a dormir con el olor de otra persona pegado a las sábanas.
Aunque fuese en otras sábanas donde nuestros olores se fusionaron.

13 noviembre 2010

Rollercoaster.

¿Alguien conoce la canción de 'Love Rollercoaster' de los Red Hot, en cuyo videoclip salían Beavis and Butthead?
Pues su título es lo que le hace falta a mi vida.
Cambiando lo del amor por algo más sencillo y desechable.
Ya me entendéis.

12 septiembre 2010

Último Suspiro.

Alcemos nuestras copas
cuando se termine la música
y el incómodo silencio amenazca nuestra velada.

Un sorbo. Glup.
Dos sorbos. Glup.
Dos vasos rotos. Crac. Crac.

Alcemos nuestras copas
bajo nuestras atentas miradas
y mientras el alcohol nos penetre no digamos nada.

Un sorbo. Glup.
Dos sorbos. Glup.
Dos vasos rotos. Crac. Crac.

Desplomémonos sobre el suelo
con ilusión de fina elegancia.
Los ojos vacíos de vida, las manos entrelazadas.

(Sonido de nuestros últimos suspiros.)

21 agosto 2010

Asterisco.

Evité el asterisco porque tenía un fetiche por los carácteres alfanuméricos y no podía apartar mis ojos de los ingredientes que te componían, con sus cantidades y tu información nutricional. Te cociné a fuego lento, sólo con agua y una pizca de sal, tu sabor era tan sumamente delicioso que no necesitabas ningún aditivo en la receta. Te puse en un plato de la vajilla más cara que pude encontrar en la alacena, me senté a la mesa y me recreé en cada mordisco, en cada trago de saliva mezclada con tu aroma, y no me quise lavar los dientes al terminar para retrasar todo lo posible el momento en que tu sabor desapareciese de mi boca.

Evité el asterisco y ahora me arrepiento de no haber leído la letra pequeña, por placentero que haya sido saborearte por un momento y descubrir que hay toda una dimensión oculta y paralela en el funcionamiento de mis sentidos, aunque sólo tú puedas accionar el botón para liberarla.

13 agosto 2010

Sin título, VI.

Y mira que pasan los meses y me sigue jodiendo.
Y mira que pasan los meses y me sigues doliendo.
Y mira que pasan los meses y te sigo queriendo.

27 julio 2010

C'est fini.

Historia de tres puntos suspensivos
que se perdieron entre los márgenes de un cuaderno,
esquivando los renglones
y desafiando las líneas rectas,
para reencontrarse en la última página
al fusionarse en un
punto final.

07 julio 2010

Sin título, V.

A estas alturas no me importa no saber nada de la vida.

02 julio 2010

Retrospección.

Te di más de lo que le di a nadie en la vida, me diste más de lo que nadie me dio en la vida, y siempre quise que hubieras sido el último en conocerme a tales niveles. Compartimos experiencias nuevas, y a las ya vividas les cambiamos la perspectiva hasta que parecieron la primera vez, creando un fenómeno de retrospección que llegamos a creer real pese a saber que era una estúpida ilusión. Suspiramos tras un ínfimo segundo de contacto visual. Nos inventamos una tabla de multiplicar donde el resultado de tú x mí daba lugar a un éxtasis superlativo originado por un batido de feromonas con sabor a besos y olor a macho. Transgredimos la naturaleza de la pubertad y la atrasamos cinco años. Y ahora no sé dónde se habrá quedado todo. No tengo un baúl de los recuerdos donde guardarte, ni una llave que encierre tu rostro en un cajón en mi memoria y me impida entrar en él cada vez que me quiera acordar de ti. No tengo fuerzas para odiarte, ni mucho menos para olvidarte, eres como el fantasma que me persigue por las noches pero que no me impide mirar atrás y derrumbarme.

Ahora me pregunto cómo pude pensar que todo era tan perfecto...

01 julio 2010

Sin título, IV.

No me echo la culpa por echarte de menos;
Me echo la culpa porque aún te deseo.

27 junio 2010

Se me da mal esperar.

En la vida uno aprende muchas cosas. Que no hay que tratar a nadie como no quiere uno que lo traten y que esto nunca se cumple. Que santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita, al menos que hayas terminado una relación y le quieras devolver sus cosas. Que a quien madruga, nadie tiene por qué ayudarle. Y yo a todo ello le añado que la espera es siempre la peor parte del día.

Esperar a que te sirvan una comida. Esperar en la charcutería del supermercado. Esperar a que te llegue la nota de ese examen que no tienes claro si vas a aprobar o suspender. Esperar hasta la hora en que quedaste con alguien. Esperar los quince minutos de retraso con los que viene ese alguien. Esperar, esperar, espera, jodida espera y jodida impotencia la que produce.

Esperar tres meses para volver a ver sus ojos y besar sus labios. Esperar vete tú a saber cuánto para olvidarlo aún habiendo besado otros labios. Esperar a que su saludo deje de clavársete como una estaca en los pulmones llenos de humo y te deje por fin respirar. Esperar a que sus carencias se compensen con las virtudes de otro. Esperar a que ese otro se manifieste y sepas valorarlo.

Esperar hasta dejar de sentir un vacío en tu vida.

26 junio 2010

Confesiones regadas con alcohol.

"Porque la vida se resume con vasos de plástico
Los llenamos de champán y lo bebemos en el ático
Y cantamos mil canciones
Nos caemos borrachos por los rincones
Y apenas recordamos algo al despertar"

21 junio 2010

Sin título, III.

Tú y yo siempre fuimos las constantes de una ecuación,
donde nuestro futuro era la incógnita
y la venganza, la solución.

19 junio 2010

Me dueles.

Le dolía el tacto de sus manos. Se las cogía y le quemaban por dentro, sentía erupciones volcánicas saliendo de las yemas de sus dedos, pero sin embargo le congelaron el corazón.
Sus labios, oh sus labios, carnosos y tan deseados en tiempos pasados, su tacto ahora le hería a niveles descontrolados.
Y mientras antes le gustaba jugar con su pelo, despeinarlo pasando sus dedos por su flequillo, ahora en lugar de un juego le parecía un castigo.

Fue un minuto lo que le hizo cambiar de parecer. Le parecía mentira, pero un pequeño instante pudo hacer girar la manivela de su vida y moverla hacia un destino contrario, al cual siempre creyó que no estaban destinados.

01 abril 2010

Ya tengo gafas azules.

Gafas azules ya tiene sus gafas azules, aunque sean de coña (son del Primark, con eso os digo todo), pero lo que cuenta es el detalle.


El detalle de los calcetines de colores por debajo era necesario, ya que han sido la segunda parte del regalo de mi hermano. Que, por cierto, es la primera vez que me regala algo, debe de ser la cercanía a la treintena, que los vuelve blandos.

Y como sé que lo que os estáis preguntando realmente es cuán mal me quedan, aquí os dejo la prueba. Que ya sabéis que para mí cualquier excusa es válida si me puedo hacer una foto y presumir de mi belleza oculta.

30 marzo 2010

Ojos.

Muchos días me encantaría tener un ojo en la espalda y ver la reacción de los demás al verme. Otros, desearía arrancármelos.
Y últimamente paso más tiempo de lo normal con ellos cerrados.

15 marzo 2010

Las cuentas de la vieja.

Hace 99 días.
Hace además 86.
Y para ampliar la información, hace por último 64.

Y si no hay cambios de última hora, quedan 5.

06 marzo 2010

Pop.

A veces me gustaría ser una canción pop prefabricada y gritarte que levantes las manos si te gusto. Aunque me aterroriza pensar que tus suaves dedos seguirán sumergidos en las profundidades de tus bolsillos una vez lo haya hecho.

14 febrero 2010

Tan sólo...

Ni siquiera tu presencia me puede ayudar en este momento. Mi ánimo se desintegra en un millón de pedazos a una velocidad vertiginosa y el suelo está demasiado oscuro como para poderlos recoger. Y aunque pudiera, no existe pegamento lo suficientemente fuerte como para volverlos a unir. Maldición.

Una lágrima, dos, tres, cuatrocientos, cinco mil, seis millones y no puedo parar. Se han secado mis conductores lacrimales, pero sigo llorando en realidad. No sé por qué, pero me encuentro mal, sumamente mal. No tengo fuerzas ni para mirarte a los ojos, tus preciosos ojos en plano detalle que me elevan a un mundo de fantasía y frenesí. Maldición.

No intento que comprendas lo que me pasa. Sólo quiero que me veas y te acerques, te sientes a mi lado lentamente y me cojas de la mano. Y cuando intente levantar la vista y veas que no soy capaz, que extiendas tus brazos y me abraces. Y aunque pasen dos horas en silencio sin progreso, al menos nuestro contacto me reconfortará. Y sabré que por malas que sean las circunstancias, tengo algo por lo que sonreír al final. Tan sólo abrázame, que tarde o temprano se me pasará.

Sin título, II

A veces eres un HDTV.XviD-2H y mis subtítulos son para la versión DVDRip.

06 febrero 2010

Canción original.

Cántame una canción. Una canción que nadie jamás haya oído antes y susúrramela al oído. Una canción que hable sobre mí y sobre cómo te hago sentir. Una canción que inventaste en un sueño y que pese a tales circunstancias no hayas podido olvidar, pues significa tanto para ti que prefieres cantármela a hablar. Y cántamela arrastrando las palabras, silbando cada 's' y sintiéndola tuya, como si me estuvieras confesando el peor de tus pecados o el más oscuro de tus pensamientos.

Emociónate si lo crees necesario, llora si lo ves conveniente, desahógate y libérate, y haz que me prenda de tus palabras como una obsesión enfermiza que me impida dejar de escucharlas.

Cántame aunque sólo te quede un hilo de voz, pues no necesito una perfecta ejecución, si no simplemente una plena descodificación de aquello que me quieres decir, para así poder entender mejor las razones de tus momentos de solitaria desesperación. Aclárate la garganta, haz pausas, solloza, acaríciame el cuello en el estribillo mientras siento el brillo de tus ojos humedecidos. Cambia la tonalidad según lo requiera la estrofa, o cae en la monotonía, como prefieras. Cántame tu canción original como prefieras o lo quieras, pero por favor, canta.

Y si se acaba tu canción, vuelve a comenzar desde el principio una vez más. No me hagas tenértelo que rogar. Porque quiero que me la repitas hasta que me la sepa de memoria, para así después poder interpretar la historia contenida en dichos versos.

Hazlo aunque me tengas que despertar en medio de la noche, alejándome de mis sueños y la actividad de mi subconsciente. Ten siempre presente que no existe en la vida un solo momento en que no esté dispuesto a escucharte cantar la canción que inventaste para mí, para los dos, para la posteridad.

Y cuando consideres que ya me has cantado lo justo y necesario (nunca demasiado), concluye suave y despacio, sin brusquedad, y por triste que sea no cambies el final, porque si me lo susurras al oído con un beso como epílogo, lo podré soportar.

05 febrero 2010

Saturación neuronil.

¿No os ocurre al salir de un examen que comenzáis a soltar una parida tras otra?

26 enero 2010

27-19.

Estrés.
Mínimas horas de sueño.
Limitación cerebral.
Enajenación.
Consumo excesivo de café y Coca-Cola.
Sensación de descontento con el mundo en general.

17 enero 2010

Sé que merece la pena por...

Acordarme de ti al escuchar esa canción tan especial.
Dormirme con una sonrisa.
Rogar tener los poderes de Hiro Nakamura.
Ilusionarme con cada frase que me dices.
Abrazarte y sentir cómo el mundo se para alrededor.
No poder quitarte de mi cabeza en todo momento.

11 enero 2010

Nieve.

Vimos nevar por primera vez en nuestras vidas besándonos bajo mi paraguas.
(Los copos te caían en la boca, y yo me reía mientras te quejabas.)
Vimos la nieve caer a través de la ventana de mi habitación.

06 enero 2010

Gafas, pero no para leer.

A Gafas azules. le han regalado unas gafas rojas.
Y un libro, que la cultura no viene nunca mal.


Los rotuladores eran para hacer la fotografía más bonita y colorida (xD).
¿Y a vosotros qué os han regalado los Reyes, amoríos?