02 julio 2010

Retrospección.

Te di más de lo que le di a nadie en la vida, me diste más de lo que nadie me dio en la vida, y siempre quise que hubieras sido el último en conocerme a tales niveles. Compartimos experiencias nuevas, y a las ya vividas les cambiamos la perspectiva hasta que parecieron la primera vez, creando un fenómeno de retrospección que llegamos a creer real pese a saber que era una estúpida ilusión. Suspiramos tras un ínfimo segundo de contacto visual. Nos inventamos una tabla de multiplicar donde el resultado de tú x mí daba lugar a un éxtasis superlativo originado por un batido de feromonas con sabor a besos y olor a macho. Transgredimos la naturaleza de la pubertad y la atrasamos cinco años. Y ahora no sé dónde se habrá quedado todo. No tengo un baúl de los recuerdos donde guardarte, ni una llave que encierre tu rostro en un cajón en mi memoria y me impida entrar en él cada vez que me quiera acordar de ti. No tengo fuerzas para odiarte, ni mucho menos para olvidarte, eres como el fantasma que me persigue por las noches pero que no me impide mirar atrás y derrumbarme.

Ahora me pregunto cómo pude pensar que todo era tan perfecto...

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Mis gafas azules te vigilan, cuidado con lo que dices.