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23 diciembre 2008

Carta a los Reyes Magos.

Queridos Reyes Magos,

Este año creo que me he portado bastante bien. Hay algunas acciones de las que no me siento especialmente orgulloso, como de haberme reído de algunas personas, pero creo que eso es todo. Gracias a las fuerzas sobrenaturales de la naturaleza, no he hecho daño a nadie, o al menos eso creo, que luego con el tiempo te enteras de que sin quererlo ni beberlo algo que has dicho le ha lastimado a alguien, y lamentas el no haberlo sabido antes para poder haberlo arreglado.

Haciendo un balance de lo que ha sido este año, aunque queden todavía algunos días para que termine, puedo resumirlo perfectamente en que me he dado cuenta de dónde quiero estar, dónde detesto pasar los días, quiénes son las personas en las que puedo confiar, quiénes acaban con mi paciencia, y en quiénes me gustaría poder dar un paso más en lo que a las relaciones humanas se refiere. Ha habido consolidación de amistades, creación de algunas, y frustraciones en el plano sentimental. Tampoco es que haya dado un paso al frente para decirlo delante de él, pero ¿acaso era necesario? ¿No se supone que las indirectas están para que las pillen? En fin, dejémoslo en que una parte carecía de interés.
Cambiando de tema, también me he dado cuenta de que el camino que he escogido es el correcto. Sea con la forma que sea, lo que quiero es escribir. Escribir y escribir y escribir y escribir... El sonido de las teclas, siempre con música, me relaja, me apasiona, hace que mi vida gire de la nada, que todo lo demás no importe y que únicamente pueda pensar en qué palabras escoger para acabar la unidad sintáctica que acaba de comenzar. Ojalá el texto nunca terminase, pero tiene que hacerlo, porque la lógica te pide que cuando hay un principio, tiene que haber un final. Por eso ni siquiera el Sol es eterno.

Ahora se supone que es cuando debería hacer la lista de las cosas que te pido. Bien, procedamos entonces.
Quiero que el 2009 sea mejor que el 2008. Que los aspectos en los que he encontrado frustraciones mejoren, y que aquellos que me han dado alegrías me las sigan dando. Pero espero que no me interpretéis de modo egoísta. Ojalá que mis éxitos no se conviertan en los fracasos de otros...

Con amor y alegría,
Adrián C.